Sandra Naiman vive en la pequeña y tranquila ciudad de Quinchao, una isla del archipiélago de Chiloé. Encantadora mujer williche, Sandra está orgullosa de la hermosa granja orgánica que ha cultivado con sus propias manos. Sin ayuda externa y utilizando sólo métodos tradicionales, ha sido capaz de crear este espacio que cautiva a sus visitantes, preservando al mismo tiempo sus tradiciones ancestrales.
Turistas de todo el mundo visitan su huerto, contemplan sus magníficas vistas y prueban sus deliciosos productos artesanales. Pero, sobre todo, admiran su estilo de vida único y cercano a la naturaleza. Sandra les da una calurosa bienvenida y les ofrece un agradable recorrido por su granja, explicándoles sus rutinas diarias y respondiendo a las preguntas de los impresionados visitantes.
"Nuestras conversaciones son encantadoras porque, como son extranjeros, también me cuentan sus experiencias en sus países y así intercambiamos conocimientos", dice Sandra, quien colabora con Tierra Chiloé desde hace más de siete años como parte de las actividades culturales que ofrece el hotel a sus huéspedes.
"Estoy muy contenta con el trabajo que hago. Aunque casi siempre trabajo sola, veo los resultados y sé que se puede hacer. Cualquiera puede hacerlo con un poco de sacrificio y paciencia", explica Sandra con orgullo.