La artesanía en lana es una de las tradiciones artísticas que caracteriza a la cultura chilota. El clima de este magnífico archipiélago del sur de Chile ha llevado a sus habitantes a buscar el calor a través del tejido, utilizando las ancestrales técnicas textiles del pueblo mapuche.

La lana desempeña un papel muy importante en la historia de Chiloé y en la vida de sus isleños. No sólo es una excelente forma de protección contra el frío y la lluvia, sino también un reflejo de la cultura local, tan estrechamente ligada a la naturaleza y al estilo de vida comunal.

Son principalmente las mujeres isleñas quienes se han encargado de mantener viva esta tradición, transmitiendo sus conocimientos a través de cada generación durante siglos. Observando a sus madres y abuelas, han conseguido aprender y seguir utilizando las mismas técnicas de sus antepasadas, las que se inspiraron en las técnicas de tejido mapuches. Son las mujeres las que hilan, tiñen, forman ovillos y tejen.

Originalmente, la lana de Chiloé se obtenía de los guanacos, pero, con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, este animal se extinguió en la zona, dando paso a la lana de oveja. Al principio, sus tejidos eran blancos, pero con la llegada del comercio de intercambio, comenzaron a aparecer colores y diseños.